viernes, 1 de noviembre de 2013

Día de Todos los Santos y Santas

Otro  día de Todos los Santos y las Santas. ¿Por qué hacemos tanto ruido al respecto en ICM? Después de todo esta celebración católica honra a aquellos y aquellas que la Iglesia reconoce como santos y todos aquellos que se acercan al momento de canonización. Para la Iglesia Católica un santo es un modelo a seguir, alguien que ha demostrado tener una vida de virtud y que en muerte continúa bendeciendo a la gente a través de los milagros que Dios le permite hacer. La Iglesia Metodista ha reinterpretado esta  tradición al incluir como santos y santas a todos los cristianos que mueren en la gracia.

Pero la pregunta es, ¿qué es un santo, una santa?

Una de la mejores definiciones la escuché del teólogo brasileño Leonardo Boff: un santo es aquella persona que se conoce muy bien, conoce sus virtudes así como sus pecados, y honra ambos como lugares donde puede encontrar a Dios. En otras palabras, un santo es una persona que sabe cómo vivir con las contracciones en su interior, una persona  que no  teme su lado oscuro, pero  que también sabe que no hay que sentir orgulloso de sobre su lado de luz.

Troy Perry transgrede aún más el concepto: santas son todas aquellas personas que viven al  margen de las iglesias, aquellos a los que se les ha negado un lugar aquí en la tierra como en el cielo. En ese sentido, nosotros y nosotras, como parte de un pueblo de Dios en los márgenes, somos santos y santas , luchando por recuperar nuestra autoestima y nuestra relación con Dios. La gente queer tiene que luchar mucho para recuperar su relación con Dios.

También ICM reclama como santos a todas las personas que han muerto como consecuencia del SIDA. Esta pandemia ha sido responsable de la pérdida de toda una generación en ICM. El SIDA fue conocida como la "enfermedad de homosexuales", como la "enfermedad de los haitianos", como la "enfermedad africana". Los prejuicios en torno al VIH / SIDA son una parte vergonzosa en la historia de la humanidad. Lamentablemente todavía hay una gran cantidad de personas que mueren a causa de la falta de acceso a la información y los medicamentos. Todos aquellos que mueren sin la atención que merecen, aquí o en África, también son nuestros santos y nuestras santas. En este día somos llamados a recordar a todos aquellos que han muerto como consecuencia de esta terrible pandemia, pero también vamos a honrar nuestra propia lucha para recuperar nuestra relación con Dios: somos santos, santas de Dios !

Pero hay otra razón para conmemorar. En nuestra tradición hispana ocurrió una fusión muy interesante entre el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos. En México, el 2 de noviembre se celebra el Día de los Muertos. Ésta es una pre-hispánica y es un tiempo no sólo para recordar a aquellos que han fallecido sino para celebrar la muerte como parte de la vida.  Es tiempo de reír, con las Catrinas de azúcar: la muerte no es más fuerte que nuestra risa. A pesar de que esta tradición nació en México, hoy pertenece a todos nosotros en América Latina. Para aquellos que vivimos en la diáspora es un momento para recordar lo que somos y sentir orgullo de nuestros antepasados. Es un momento para recordar que nuestra herencia es algo que nadie nos puede quitar. ¡Así que vayamos a vestir a los altares con colores, vayamos a anunciar que somos hijos e hijas de Dios, vamos a anunciar que la injusticia no será nunca más!

Por la Rev. Margarita Sánchez De León para Arcoíris Latino

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