Los hermanitos Oshadi y
Siboney Sánchez Kuijt jugaron inocentes en el salón de audiencias mientras
Carmen Margarita Sánchez de León, su madre lesbiana, se pronunció hoy,
miércoles, emocionada ante un grupo de legisladores a quienes recomendó la
aprobación del Proyecto del Senado 437 para facilitar aquí la adopción por
parte de parejas homosexuales, bisexuales, transexuales o transgénero.
"Este proyecto de ley es importante
porque nos permite acercarnos a la deseada utopía de ser una sociedad en donde
todos sus integrantes sean reconocidos en su dignidad", sostuvo Sánchez de
León, quien por años fue la líder religiosa de la congregación "Cristo Sanador" de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana y
también directiva de Amnistía Internacional en Puerto Rico.
Sánchez de León se marchó
de su patria hace cinco años y se estableció en Europa con su pareja, Frida
Kuijt. En Londres, luego de un tratamiento de fertilización 'in vitro',
nacieron Oshadi y Siboney, quienes saltaron alegres hoy en el salón de audiencias
y acapararon la atención del público y de los miembros de la Comisión de lo
Jurídico del Senado.
El nacimiento de la pareja
se logró gracias al Acta de Fertilización Humana y Embriología de 2008,
aprobada en Reino Unido, donde las leyes permiten que los infantes tengan
"un certificado de nacimiento que da fe de que sus progenitoras son sus
dos madres, Carmen Margarita Sánchez de León y Frederike 'Frida' Kruijt",
destacó la boricua radicada al presente en Portugal.
Al cierre de la primera de
una decena de presentaciones a favor y en contra del proyecto de ley de la
autoría de la senadora Maritere González, Sánchez de León se marchó del salón
de audiencias cargada de emociones encontradas. Entonces, en entrevista con
este medio, subrayó aspectos medulares de lo que urge se entienda en la
Legislatura.
"Espero que lo que
haya quedado claro es que no se nos puede seguir negando el derecho a formar
familia. Nosotros hemos formado familia por mucho tiempo. No se puede seguir
invisibilizando. No se puede seguir manteniéndonos desprotegidos",
sostuvo.
"Mis hijos tienen derecho de vivir aquí
con todos los derechos de los demás niños de este país. Hoy, yo vengo a
presentarlos como dos puertorriqueños más y ellos tienen el derecho de ser
considerados dos puertorriqueños legítimos con todos los derechos de los demás
puertorriqueños", dijo sin poder contener las lagrimas.
"Lo otro que quiero
dejar hoy claro es, como religiosa, que la religión puede ser sana, pero la
imposición de conceptos religiosos es una dictadura sobre el pensamiento y la
libertad humana y el estado laico es la única protección contra esa
dictadura", expresó al tiempo que se mantenía pendiente a uno de sus
hijos.
"Oshadi, Oshadi,
quédate aquí conmigo que mamá fue a buscar a Siboney", expresó para
controlar al pequeño fascinado con una escalera del edificio anexo del Senado
que conduce a oficinas de los legisladores.
Cerca, Frida atendía a Siboney, al tiempo que
advertía a Oshadi lo peligroso de los cautivadores peldaños.
"Hace cinco años que
yo estoy fuera de Puerto Rico. Creo que lo que tenemos que reconsiderar como
pueblo es que cuando nos expresemos en contra de los demás, tenemos que
mirarnos a los ojos", puntualizó la luchadora de los derechos civiles y
líder en manifestaciones históricas como la cruzada contra la Marina en
Vieques.
"Lo único que pido es
que miren mi familia, que nos miremos. Somos una gran familia de
puertorriqueños, una sola, que nos consideremos como eso, como familia, como la
gente que acoge, ese es el puertorriqueño y la puertorriqueña que yo conozco,
que abramos el corazón. Creo que ese proceso ha empezado y eventualmente habrán
cambios", concluyó.
La intervención de Sánchez
de León y Kruijt se produjo como parte de la exposición del Comité Amplio para
la Búsqueda de la Equidad (CABE) que cabildea también a favor del Proyecto 238
del Senado, para combatir la discriminación en el empleo contra miembros de la
comunidad de lesbianas, bisexuales, gays, transexuales y transgénero (LBGTT) y
del Proyecto de la Cámara 488, para hacer extensiva las disposiciones de ley
contra la violencia doméstica a todo tipo de pareja, sin considerar su estatus
marital o identidad de género.
En la audiencia pública
presidida por el senador Miguel Pereira testificaron temprano a favor del
Proyecto del Senado 437, además del CABE, la Coalición Orgullo Arcoiris y el
Colegio de Médicos Cirujanos, presidido por el doctor Eduardo Ibarra, quien
reconoció que la consideración de esa medida luce más cuesta arriba que el
Proyecto 238, ya aprobado en la Cámara alta.
"Este proyecto es
quizás más controversial (que el 238) porque implica menores y hay envuelto más
aspectos emocionales", dijo Ibarra, quien, sin embargo, destacó que los
dilemas que puede implicar la medida "ya han sido resueltos en otras
jurisdicciones".
En tal sentido, manifestó a
este medio que los puertorriqueños deben mirar esas leyes para adaptarlas
porque en otros países desarrollados "ya tienen ese camino andado" y
el país no debe dar la espalda a transformaciones sociales irreversibles.
La doctora Carmen Albizu
García, catedrática de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de
Ciencias Médicas, portavoces de la Escuela de Derecho de la Universidad de
Puerto Rico y la Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora se
pronunciarían a favor del proyecto.
Sin embargo, la doctora
Luisa Burgos, directora del Centro Guadalupe Vida y Familia, se pronunció de
forma férrea en contra de la medida. Reclamó descartar la prisa al considerar
ese tipo de proyecto y estimó que se debe consultar ampliamente al pueblo sobre
su alcance.
Burgos dijo que el mismo
supone imponer "cambios radicales" que responden a "un solo
sector de la sociedad" y opinó que el proyecto "toca
indiscriminadamente" múltiples leyes. La doctora defendió enérgicamente el
"matrimonio tradicional", integrado por hombre y mujer con hijos
propios o adoptados.
Entre otros asuntos, Burgos
dijo que el proceso de identidad sexual comienza entre los 18 y 24 meses de
nacido y por eso es crucial la presencia de "un papá y una mamá" para
el buen desarrollo de toda criatura humana. Argumentó que "familias
incompletas" con solo una mujer al mando o que no responden a la
constitución tradicional del concepto de matrimonio entre hombre y mujer se
asocian a niños con problemas de adaptación social.
Esos problemas que vinculó
a la ausencia constante de atención de un padre y una madre, según Burgos, se
reflejan principalmente a partir de la adolescencia y destacó que sus
señalamientos se basan en estudios del Colegio Americano de Pediatras. La
doctora sometió una extensa bibliografía de documentos que apuntalan su
postura.
De acuerdo con Burgos, los niños del
matrimonio tradicional son "más sólidos y seguros de sí mismos".
Además, recalcó que "tienen menos problemas emocionales" y, además,
logran "más aprovechamiento académico", por lo que no favorece la
adopción por parte de parejas que no sea una constituida por el matrimonio
tradicional.
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