sábado, 15 de junio de 2013

Declaración de fe (FUICM)



Declaración de fe, sacramentos y ritos

Fraternidad Universal de Iglesias de la Comunidad Metropolitana (FUICM)


Introducción

La Fraternidad Universal de Iglesias de la Comunidad Metropolitana (FUICM) es una comunidad cristiana inclusiva que nace del convencimiento de que el amor de Dios es incondicional y está abierto a todas las personas, sin excepción. Nos reconocemos como parte de la Iglesia universal, sostenida por la gracia, guiada por el Espíritu y llamada a proclamar el Evangelio de Jesucristo en todas sus dimensiones: espiritual, personal, comunitaria y social.

Nuestra misión es ofrecer un espacio de fe abierto, seguro y transformador, donde cada persona pueda encontrarse con Dios, consigo misma y con los demás desde el respeto, la dignidad y la esperanza. Creemos en una Iglesia donde la diversidad es celebrada como don de Dios, y donde todas las personas —independientemente de su identidad de género, orientación sexual, situación vital o procedencia— son acogidas plenamente en la vida de la comunidad cristiana.

Inspiradas e inspirados por la vida y enseñanzas de Jesús, queremos vivir un cristianismo comprometido con la justicia, la compasión y la libertad. Por eso, nuestras convicciones teológicas, nuestras prácticas litúrgicas y nuestra vida comunitaria se articulan desde una fe viva, dialogante y comprometida con el mundo contemporáneo.

Este documento recoge de forma clara y accesible los fundamentos de nuestra fe, los sacramentos que celebramos y los ritos que compartimos como comunidad. Es una expresión de nuestra identidad, nuestra vocación espiritual y nuestra voluntad de servir como Iglesia de puertas abiertas.

La Confesión de Fe está tomada de los Estatutos de la FUICM (traducida y adaptada del idioma inglés).

ARTÍCULO III — DOCTRINA, SACRAMENTOS Y RITOS

A. DOCTRINA

El cristianismo reconoce la revelación de Dios en Jesucristo, tal como se manifiesta en las Sagradas Escrituras. Jesucristo es anunciado en el Antiguo Testamento, revelado en el Nuevo Testamento y proclamado por la Iglesia a lo largo de los siglos, en todos los contextos culturales.

La FUICM nació con el propósito de ser un hogar espiritual abierto a todas las personas que creen en Jesucristo y desean seguirle, sin exclusiones. Nuestra comunidad forma parte de la corriente principal del cristianismo.

Nuestra fe se fundamenta en los principios esenciales recogidos en los credos de la Iglesia primitiva: el Credo de los Apóstoles y el Credo Niceno.

Creemos:

·   En un único Dios, trino y uno, presente en tres personas: Dios, nuestro Creador y Padre/Madre; Jesucristo, el Hijo unigénito, Dios encarnado y plenamente humano; y el Espíritu Santo, que nos acompaña y sostiene. Este Dios es amoroso, sabio y cercano a todas las personas.

·   Que la Biblia es la Palabra inspirada por Dios. A través de sus relatos, enseñanzas y testimonios —y de forma plena en la vida y mensaje de Jesús— Dios se comunica con nosotras y nosotros.

·       Que Jesucristo, quien vivió hace unos dos mil años, es Dios hecho ser humano. En él, Dios nos ha mostrado que todas las personas somos igualmente hijas e hijos de Dios, creadas a su imagen, con dignidad, valor y vocación.

·      Que el Espíritu Santo es la presencia viva de Dios entre nosotras y nosotros. Es quien nos guía, anima, consuela y fortalece. Dios actúa en toda persona que se abre a su amor y confía en su cuidado.

·     Que la salvación es un don gratuito del Dios que es amor. No se gana ni se merece: se recibe por gracia mediante la fe en Jesucristo. Esta salvación nos libera de la soledad, la desesperanza y el vacío, y nos invita a vivir con sentido, en comunidad y con esperanza.

Por ello, animamos a vivir una vida de oración, a buscar sinceramente el perdón cuando nuestras acciones no reflejan el amor, y a comprometernos activamente en el servicio a los demás, como expresión concreta de nuestra fe cristiana.

La Iglesia existe para acercar a las personas a Dios por medio de Cristo. Para ello, ofrece espacios de adoración, oración, estudio bíblico, formación y reflexión, que fortalecen la fe y el compromiso cristiano.

B. SACRAMENTOS

Nuestra Iglesia reconoce dos sacramentos como signos visibles del amor de Dios:

1. Bautismo

El bautismo, con agua y el Espíritu, es un signo sagrado que marca el inicio de una vida consagrada a Dios. Mediante este acto, quien lo recibe es reconocido como hija o hijo amado de Dios y como parte de la comunidad cristiana.

"...Bautizadles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo..." (Mateo 28:19)

2. Santa Cena / Eucaristía

La Eucaristía es una comida espiritual que compartimos en comunidad, recordando las palabras y el gesto de Jesús al ofrecer pan y vino a sus discípulos en la Última Cena:

"Esto es mi cuerpo... esta es mi sangre" (Mateo 26:26–28)

Toda persona que crea, se arrepienta sinceramente y busque el amor de Dios puede participar de esta mesa. Al hacerlo, expresa su deseo de:

·         vivir en comunión con Cristo,

·         recibir su gracia y salvación,

·         participar de su vida nueva,

·         y comprometerse a vivir según su ejemplo de amor y entrega.

C. RITOS

Los ritos son celebraciones comunitarias que marcan momentos significativos en la vida espiritual, y que son presididos por ministros/as debidamente autorizados/as. Incluyen:

1. Ordenación pastoral y diaconal

Es la promesa pública de personas llamadas y preparadas para ejercer el ministerio pastoral y/o diaconal. La ordenación se celebra mediante la imposición de manos por parte de obispos/as o pastores/as ya ordenados/as, según lo establecido por el Consejo de Obispos/as de la FUICM. Este rito expresa el reconocimiento comunitario de la vocación, la preparación y el compromiso de quienes asumen la responsabilidad de acompañar, enseñar, servir y liderar en el ámbito espiritual, de acuerdo con los diversos dones y funciones que el ministerio cristiano ofrece al servicio de la Iglesia y del mundo.

2. Confirmación / Membresía

Una persona bautizada puede ser confirmada y reconocida como miembro activo de una iglesia local mediante una afirmación pública de fe o una carta de transferencia desde otra comunidad cristiana reconocida. Este acto se celebra normalmente durante un culto regular, y está a cargo del/de la ministro/a o líder pastoral interino/a.
La membresía implica formar parte de la vida de la comunidad, crecer en la fe junto a otras personas y contribuir con los propios dones al servicio y la misión de la Iglesia.

3. Matrimonio

Es la celebración del compromiso espiritual entre dos personas que, tras recibir orientación adecuada sobre sus responsabilidades mutuas, desean unirse en una relación basada en el amor, la fidelidad y el crecimiento común. Este rito puede ser celebrado por un/a ministro/a autorizado/a, un/a líder pastoral interino/a o un/a obispo/a de la FUICM.

4. Funeral / Memorial

Es una celebración de la vida de una persona fallecida. Se trata de un momento de despedida, gratitud, consuelo y esperanza, que acompaña a quienes están de duelo. Es presidido por los/as ministros/as de la Iglesia.

5. Imposición de manos y oración por la salud

Este gesto de apoyo espiritual se puede realizar cuando así se solicite, en momentos de enfermedad física, emocional o espiritual. Es una oración comunitaria que expresa cercanía, consuelo y el deseo de sanación, y se lleva a cabo con discreción y sensibilidad pastoral.

6. Bendiciones

Los/as ministros/as pueden impartir bendiciones a personas, relaciones, espacios u objetos, como expresión del deseo de que la gracia de Dios acompañe y transforme. Esto incluye, por ejemplo, la dedicación de un templo, de un nuevo hogar, de una relación o de un proyecto al servicio del bien común.

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