miércoles, 3 de noviembre de 2010

Nuestros Principios Fundamentales

La Iglesia de la Comunidad Metropolitana (conocida tambien como MCC por sus siglas en inglés Metropolitan Comunity Church) fue fundada en el año 1968 en California por el Reverendo Troy Perry.

Somos una iglesia Cristiana. En muchos casos se nos incluye dentro de la tradición de las iglesias protestantes autodenominadas «inclusivas», porque no excluimos a nadie ni obligamos a cumplir determinados preceptos, defendiendo un culto abierto.

La iglesia se enmarca en la línea del movimiento LGTB internacional, estando abierta no obstante a todo el espectro social. En muchas ocasiones se nos define como una de las organizaciones de carácter LGBT más importante a nivel mundial.

Nuestro principio es básico y se arraiga en las escrituras: Dios acepta a todos sus hijo/as tal y como son, sin que la práctica LGBT sea ningún pecado, ni debe ser motivo de rechazo o culpa. Nuestro mandamiento consiste en amarnos unos a los otros y hacer el bien. Dios está en nosotros, y nosotros somos parte integrante de Dios. Es por ello que reconocemos a las personas LGTB su plena capacidad de amar y establecer vínculos familiares.

ICM es una Iglesia profundamente ecuménica que no requiere de sus miembros el abandono de su tradición religiosa, enriqueciéndonos y aprendiendo de sus diferencias, pero sobre todo sin generar divisiones entre credos y conceptos personales de Dios.
Todos hemos sido creados a la imagen de Dios

La Iglesia en España
Existe una necesidad de nuestra presencia en España y venimos a dar cabida a todos aquellos con una necesidad espiritual, para que puedan recibir y percibir en nosotros un aliento de fe.
Por el momento estamos ubicados en Madrid, pero ya hemos recibido muchas muestras de afecto y solicitudes de diversas comunidades. Esperamos poder extender nuestro ministerio al mayor número de personas posible.

La Asociación ICM no es la Iglesia en sí, sino un paso que acompaña a la creación y registro de la Iglesia en España.

Hay muchos caminos que llevan a Dios, uno de ellos es el
cristianismo.

La ICM ofrece un nuevo punto de encuentro
La comunidad LGBT y en general la sociedad española puede esperar de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana un punto de encuentro conciliador, donde la tolerancia y la integración es el modo de vida. Con los brazos abiertos, sin preguntas, encontrarán en nosotros un lugar donde podrán celebrar el espíritu y el mensaje de amor de Jesucristo.

Pensamos que ya el hecho de poder encontrar un camino hacia su unidad con Dios es un beneficio por si mismo. Además, en otro orden de cosas no olvidemos los aspectos sociales de nuestra iglesia tales como la lucha social contra la discriminación, a favor de los derechos humanos, campañas de concienciación VIH/SIDA, etc..por ejemplo.

Hablando en datos más concretos, el respaldo de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana en Canadá fue crucial para la aprobación de la Ley del Matrimonio entre personas del mismo sexo en ese país. Además, fue la primera Iglesia que celebró bodas homosexuales. De igual manera, la Iglesia está trabajando en la aprobación de otras leyes de matrimonio en diferentes estados de EEUU. Como ejemplo en Washington el primer matrimonio entre personas del mismo sexo fue el protagonizado por la obispa local de la MCC. Asimismo, ofrecemos servicios a la comunidad LGTB, entre ellos la de un Instituto de Enseñanza para adolescentes que son víctimas de homofobia y transfobia en su sede de Toronto, entre otros muchos aspectos de nuestra lucha social alrededor del mundo.

Cada vida es un regalo y tiene un propósito

Por que sabemos, que Cristianismo y homosexualidad son compatibles:
El cristianismo y la homosexualidad son compatibles. !SI!. El mensaje de Jesucristo es simple: amaos uno a los otros. Por tanto bajo esa premisa entendemos que todos somos hijo/as de Dios y no estamos en capacidad de juzgar, discriminar ni excluir.

Sexualidad y fe no son elementos enfrentados. Quedémonos con algo : Jesucristo no discriminaría.

Jesús es nuestro maestro, ejemplo, salvador y amigo.

Reivindicamos aquellos primeros cristianos que pese a la situación hostil del momento avanzaron, propagaron y cimentaron la fe en Cristo.

Creemos en la fuerza y efectividad de la oración, así como en la resurrección y en la vida eterna

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