martes, 31 de diciembre de 2013

Y otra vez, la llegada de un Año Nuevo…

¡¡Queridos Santos y Santas!!
Vamos a comenzar un nuevo año y como cada año tratamos de proponernos metas que alcanzar para que al terminar el mismo podamos evaluar cuanto avanzamos y que cosas logramos.

Para poder comenzar 2014 con buen pie debemos dejar atrás todo lo negativo que el 2013 nos dejo, reciclar aquellas cosas que nos pueden servir y mirar hacia delante con la mente puesta en que es un año de nuevas oportunidades.

Muchos de nosotros, quedamos marcados por experiencias negativas del pasado, permitimos que aquello que nos afecto quede guardado en nuestros corazones y muchas veces no queremos entender que lo pasado, pasado esta.

Quizás muchos de los que hoy leen estas lineas tuvieron un año difícil, con experiencias dolorosas, sin embargo hoy estamos camino de una nueva oportunidad, y nada nos tiene que hacer pensar que el nuevo año nos ira igual o peor, al contrario, pensemos que estamos en un año de nuevas oportunidades, en donde lo que no hicimos del todo bien, en esta nueva etapa se puede arreglar.

Yo siempre he sido de la opinión que las cosas negativas que nos pasan, nos ayudan a no volver a tropezar en la misma piedra, nos hacen crecer, nos aumenta la fe, y nos hace mas fuertes.

El Apóstol Pablo decía: “Hermanos, no digo que yo mismo ya lo haya alcanzado; lo que sí hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por alcanzar lo que está delante, para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús. ” (Filipenses 3:13-14). Eso es lo que nosotros debemos imitar, olvidar lo que quedo atrás y extendernos a lo que está delante.

Cada uno de nosotros debemos entender que no podemos quedarnos atras por tropiezos del pasado, debemos levantarnos y proseguir hacia nuestra meta que es amar a Dios y a los hombres y mujeres que nos rodean, sin condiciones ni exclusiones.

La culpabilidad por los errores que cometimos pueden ser un obstáculo para avanzar, por ello debemos entender que Dios no quiere que nos detengamos, sino que avancemos sin temor. Si nos sentimos mal por algo de lo cual ya le pedimos perdón a Dios, debemos de saber que ya fuimos perdonado. Las escrituras nos recuerdan que cada mañana la misericordia de Dios se renueva sobre nuestras vidas: “El amor del Señor no tiene fin, ni se han agotado sus bondades. Cada mañana se renuevan; ¡qué grande es su fidelidad! ” (Lamentaciones 3:22-23).

Hoy es el día idóneo para comprender que el nuevo año será especial, porque Dios está de nuestro lado. No importa lo que sucedió en el pasado, puesto que la misericordia de Dios nos cubrió y nos dio la oportunidad de comenzar de nuevo.

Hoy decidimos que es lo que queremos para nuestras vidas. Podemos elegir entre estar tristes por lo ocurrido en el pasado o mirar hacia delante confiando en que lo haremos mejor.

¡Levantémonos!, hagamos que Dios sonría al ver nuestra determinación. Dios se alegrará y nos usará de una manera poderosa para su Obra.
Un fuerte abrazo y nos vemos en 2014!!

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