domingo, 22 de noviembre de 2015

Solidaridad y denuncia

Hay cosas en la vida que nos obligan a ser coherentes con nuestra fe y nuestras convicciones. Las matanzas de París y otros lugares remueven nuestros sentimientos. Las redes sociales precipitan reacciones y tomas de postura. Pero es momento de discernir. No sé mejorar a este respecto las palabras de José Luis Serrano:

“Estoy fascinado con las discusiones de facebook sobre la hipocresía, las banderas y hasta el hambre en el mundo. Me parece absolutamente lógico que la gente se sienta más cercana a París que a Siria, pero hay que entender también que hay personas que sufren igualmente por un bombardeo en Irak que por un atentado en Madrid. Y que cada uno es libre de condenar, de solidarizarse, de callar y sobre todo de equivocarse, de cambiar de opinión e incluso de ser incoherente.

Me asusta el furibundo ataque contra la religión como causante de todos los males del mundo, cuando yo mismo, mi familia, todas las personas creyentes que conozco, lo malo que hemos hecho ha sido no ayudar a todo el mundo todo el tiempo. Por no decir que cuando una persona mata a otra ya no es religioso, por definición. 

No sé cuál es la solución pero lo que me perturba especialmente es ese “ellos” y “nosotros” del que se habla en todas partes. Porque no sé quiénes son “ellos” ni quiénes somos “nosotros”. Al menos, yo no me veo. Yo no cogería un kalashnikov y dispararía a nadie (mucho menos indefenso), ni haría estallar un cinturón de explosivos, pero tampoco bombardearía Siria ni Irak por mucha legalidad internacional que me amparara. Yo no dispararía pelotas de goma a personas que se están ahogando, ni le pegaría una patada a un hombre que huye con su hijo. Me resulta complicado sentirme recogido en ese “ataque contra el modo de vida occidental”, puesto que los asesinados diariamente en Siria e Irak no están siendo atacados por eso. Yo no insultaría a un musulmán por el hecho de serlo ni derribaría ninguna mezquita.

Yo creo que sí hay un “ellos” y un “nosotros”, pero no es ése que nos intentan vender. Yo no estoy con Le Pen, ni con Hollande, ni lo estuve con Blair ni con Aznar. Si éstos son “nosotros” yo no soy “nosotros”. Si un refugiado sirio es “ellos” yo soy “ellos”. Y condeno, desde lo más profundo de mi corazón, los ataques terroristas en todas partes y los bombardeos (terroristas también)…”

Mi solidaridad con todas las víctimas del fanatismo, la política inhumana y los poderes económicos, sean del país y la fe que sean. Mi condena y repulsa para los asesinos , los sucios intereses internacionales y los que impiden o retrasan la acogida de nuestros hermanos y hermanas refugiados (¡ah, y para quienes los apoyan con su voto!).

Por Chema Muñoz en Revista 21

No hay comentarios:

Publicar un comentario