Una mayoría de los primados anglicanos pidió el 14 de enero que la
Iglesia Episcopal, durante un período de tres años, “no nos represente
en organismos ecuménicos e interreligiosos, ni debe ser nombrada o
electa a un comité permanente interno y que, si bien participe en los
organismos internos de la Comunión Anglicana, no tome parte en el
proceso de la toma de decisiones sobre ningún asunto perteneciente a la
doctrina o al sistema de gobierno”.
Al expresar su deseo unánime de trabajar juntos, los primados dijeron que su llamado se produce en respuesta a la decisión
de la Convención General de la Iglesia Episcopal en junio pasado de
cambiar el lenguaje canónico que define el matrimonio como [la relación
contraída] entre un hombre y una mujer (Resolución A036)
y autorizar dos nuevos ritos matrimoniales con un lenguaje que permite
[indistintamente] ser usados por parejas del mismo sexo o de sexos
opuestos (Resolución A054).
Un anuncio publicado en la página web de los Primados 2016 dice que “los Primados acordaron el modo en que andarían juntos en la gracia y el amor de Cristo”.
Un anuncio publicado en la página web de los Primados 2016 dice que “los Primados acordaron el modo en que andarían juntos en la gracia y el amor de Cristo”.
“Este acuerdo reconoce la significativa distancia que se mantiene,
pero confirma su unánime compromiso de andar juntos”, dice el anuncio,
que incluye el texto completo del llamado de los primados.
El anuncio dice también que el acuerdo “demuestra el compromiso de
todos los Primados de continuar la vida de la Comunión sin vencedores ni
vencidos”.
Antes de la votación del 14 de enero, el obispo primado de la Iglesia
Episcopal, Michael B. Curry dijo a los primados reunidos en Cantórbery,
Inglaterra, del 11 al 15 de enero, que la declaración sería recibida
con pesar por muchos en la Iglesia Episcopal.
“Muchos de nosotros nos hemos comprometido y nuestra Iglesia [se ha
comprometido] a ser ‘una casa de oración para todo el pueblo’, como dice
la Biblia, donde todos son realmente acogidos”, dijo Curry.
“Nuestro compromiso de ser una Iglesia inclusiva no se basa en una
teoría social o en una capitulación ante las maneras de la cultura, sino
en nuestra creencia de que los brazos extendidos de Jesús en la cruz
son un signo del verdadero amor de Dios que nos alcanza a todos
nosotros. Si bien entiendo que muchos discrepen con nosotros, nuestra
decisión respecto al matrimonio se basa en la creencia de que las
palabras del apóstol Pablo a los Gálatas son válidas para la Iglesia
actual: ‘todos los que han sido bautizados en Cristo, están revestidos
de Cristo. Ya no hay judío ni gentil, [no hay] esclavo ni libre, [no
hay] varón ni mujer, porque todos somos uno en Cristo’”.
“Para muchos, pues, que están comprometidos a seguir a Jesús en el
camino del amor y ser una Iglesia que vive ese amor, esta decisión les
dará un auténtico pesar”, afirmó. “Para los hermanos discípulos de Jesús
en nuestra Iglesia que son homosexuales, el pesar será mayor. Para
muchos que se han sentido y que han sido rechazados por familias y
comunidades, nuestra Iglesia abriéndose en amor fue un signo de
esperanza. Y esto le añadirá pesar al pesar”.
Curry le dijo a los primados que él no estaba en modo alguno
comparando su propio pesar al de ellos, pero “estoy aquí ante ustedes
como vuestro hermano. Estoy ante ustedes como un descendiente de
esclavos africanos, a quienes robaron de su tierra nativa, esclavizaron
en amarga servidumbre y luego, incluso después de la emancipación,
segregaron y excluyeron en la Iglesia y en la sociedad. Y esto hace
evocar de nuevo ese sufrimiento, y produce pesar.
“El dolor de muchos será real. Pero Dios es más grande que nada. Amo
a Jesús y amo a la Iglesia. Soy un cristiano en la vía anglicana. Y al
igual que ustedes, como hemos dicho en esta reunión, estoy comprometido a
‘andar juntos’ con ustedes como hermanos primados de la familia
anglicana”.
La declaración de los primados también le pide al arzobispo de
Cantórbery Justin Welby que nombre un equipo de trabajo “para mantener
conversaciones entre nosotros con la intención de restaurar la relación,
de rehacer la confianza mutua, de sanar el legado del dolor,
reconociendo el alcance de lo que tenemos en común, y explorando
nuestras profundas diferencias, garantizando que las mismas se
mantengan entre nosotros en el amor y la gracia de Cristo”.
El anuncio respecto a las sanciones decía que se harían ulteriores
comentarios y se responderían a preguntas en una conferencia de prensa
que tendría lugar a las 3:00 PM, hora local, del 15 de enero.
Los primeros dos días de la reunión se dedicaron solamente a
establecer la agenda de la semana y la discusión se centró en si los
primados debían llegar a un acuerdo sobre cómo seguir adelante a pesar
de las diferencias de opinión respecto a problemas de interpretación
teológica y a la sexualidad humana.
El éxodo bastante esperado de algunos arzobispos africanos
conservadores no se llegó a producir y todos los primados se mantuvieron
en la mesa durante la reunión del 11 al 15, comprometidos a proseguir
el diálogo y a discernir sobre varias opciones hacia la reconciliación.
El arzobispo Stanley Ntagali, de la Iglesia Anglicana de Uganda,
abandonó discretamente la reunión el 12 de enero. Él había dicho en una declaración previa a la reunión que él se retiraría a menos que “la disciplina y el orden devoto” se restauraran en la Comunión Anglicana. En una carta dirigida a su Iglesia el 13 de enero,
Ntagali dijo que él se había retirado porque la asamblea provincial
ugandesa había resuelto no participar en ninguna reunión oficial de la
Comunión hasta que se restaurara el orden.
ENS supo por uno de los arzobispos que en la mañana del miércoles se
había sometido a la votación de los primados [una resolución] en que se
le pedía a la Iglesia Episcopal que se retirara voluntariamente de la
Comunión Anglicana por un período de tres años. [Esta propuesta] fue
rechazada por 20 votos en contra y 15 a favor, aunque ese retiro no es
acorde con los procesos de la membresía provincial tal como se definen en la constitución del Consejo Consultivo Anglicano, el principal organismo normativo de la Comunión. El CCA debe reunirse del 8 al 20 de abril en Lusaka, Zambia.
El arzobispo Foley Beach, líder de la Iglesia Anglicana en América del Norte
(ACNA, por su sigla en inglés), ha estado sosteniendo conversaciones
con los primados a lo largo de la semana, pero no ha participado en
ninguna de las votaciones. Welby invitó a Beach en un esfuerzo por
evitar un boicot de los arzobispos africanos conservadores semejante al
que tuvo lugar en la última Reunión de los Primados en 2011. La ACNA
está compuesta en gran medida de ex episcopales que decidieron retirarse
de la Iglesia Episcopal. Algunos primados africanos han declarado su
afiliación a la ACNA.
El miércoles por la tarde, la agenda había pasado a otros apremiantes
asuntos que afectan la Comunión Anglicana, tales como la labor de ayuda
y desarrollo, y su respuesta a la guerra y a los conflictos.
Curry, que fue instalado como obispo presidente y primado de la Iglesia Episcopal en noviembre pasado, asiste a su primera Reunión de los Primados.
Luego de su elección en junio de 2015,
Curry dijo que la Comunión Anglicana es tanto acerca de relaciones y
asociaciones como acerca de estructura y organización. “Hemos conseguido
tareas que hacer; tenemos alguna tarea de Jesús que hacer”, afirmó.
“Este mundo clama por nosotros y nos necesita, y la Comunión Anglicana
es una manera en que Dios nos usa unidos para hacer realmente de este
mundo un mundo mejor”.
Los primados son los principales arzobispos y obispos presidentes
electos o nombrados para dirigir cada una de las 38 provincias autónomas
de la Comunión Anglicana. El arzobispo de Cantórbery los invita a la
Reunión de los Primados para consultas sobre asuntos teológicos,
sociales e internacionales.
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