En ICM, como en todas las iglesias cristianas, en esta época del año litúrgico nos encontramos preparándonos para la cuaresma. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
En la oración de ayer, leímos y reflexionamos sobre el Evangelio de Marcos, que nos cuenta la historia del leproso que se acerca a Jesús. Jesús se compadece de él y le toca- curándole al instante.
Y nosotros: ¿Cómo podemos tocar a los “leprosos” en nuestras vidas con nuestro amor sanador?
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