martes, 26 de abril de 2016

Debate sobre la identidad europea

¿Qué es lo que ha contribuido a la idea de una “identidad europea”? Y, desde una perspectiva amplia del laicismo, ¿cómo pueden contribuir las iglesias y otras comunidades religiosas? En este contexto, ¿cuál es el papel de Suiza?

Un grupo de líderes religiosos, responsables políticos y periodistas se reunieron el pasado 20 de abril en el Centro Ecuménico, en Ginebra, para debatir estas y otras cuestiones. Los asistentes también compartieron sus puntos de vista. El evento fue organizado por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y el Movimiento de los Focolares, una organización internacional que promueve las ideas de unidad y fraternidad universal.

El Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general del CMI, habló sobre cómo la peregrinación de justicia y paz del CMI establece un vínculo entre la labor de las iglesias y las raíces de su fe. “Vemos la peregrinación como apertura y disposición para avanzar”, afirmó.

El Rev. Tveit había regresado recientemente de un evento para la movilización de la comunidad ecuménica celebrado en Washington DC en el que se reunió con un amplio grupo de cristianos de diferentes iglesias de los Estados Unidos para definir el racismo en nuestros tiempos.

“El racismo está destrozando los Estados Unidos”, declaró, mencionando una conversación que había tenido con Jim Wallis, fundador de Sojourners, un grupo cristiano con sede en Washington dedicado a la justicia social, y autor del libro sobre el racismo ‘America’s original sin’ (‘El pecado original de EE.UU.’). A continuación, el Rev. Tveit planteó la cuestión: “Si nos preguntamos lo mismo sobre Europa, ¿cuál es el pecado original de Europa?”.

Otro de los oradores que intervino en el debate, Pasquale Ferrara, es un diplomático, además de ser profesor de la Universidad LUISS de Roma y del Instituto universitario Sofía de Loppiano. Habló sobre aquello que crea un sentimiento de unidad manteniendo la diversidad: “tenemos que cultivar una visión responsable de futuro en la que las distintas identidades se combinen de manera imaginativa y no se supriman, sino que se desarrollen juntas, se enriquezcan y colaboren para un mundo más justo y equitativo”.

“La humildad también es un elemento clave para que podamos vivir todos en comunidad”, añadió Erik Ackermann, un miembro de la comunidad judía de Ginebra. “Nuestras creencias deberían ser expuestas de manera lógica, pero con humildad, y es esa humildad la que nos permitirá a todos vivir juntos. Si los seres humanos estamos hechos a imagen de Dios, al acercarnos al prójimo, estaremos forzosamente acercándonos a Dios”.

“Europa no solamente atraviesa una importante crisis económica, política, social y moral, además de una crisis de seguridad, sino que también se enfrenta a la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial”, declaró Gaelle Courtens, periodista asociada a la Federación de Iglesias Protestantes en Italia y a la agencia de prensa ‘nev-notizie evangeliche’. “Se trata de una mezcla explosiva que representa una seria amenaza para la propia estructura de Europa. El aumento de los movimientos xenófobos, antisemitas e islamófobos de la extrema derecha lo demuestran claramente”.
Marguerite Contat, antigua jefa de delegaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja y presidenta adjunta de la Asamblea Constituyente de Ginebra, presidió la sesión y trató de resumir las reflexiones del grupo en torno a un replanteamiento de la identidad europea que fomente la vida, la innovación y la creatividad, y a cuál sería el papel de la vida religiosa en la misma.

“Hemos hablado de la cuestión de la integración religiosa”, precisó. “Creo que, más que nunca, la religión o las comunidades religiosas tienen que desempeñar un papel, y servirse del mismo, no para proclamar que su fe es superior a las demás, sino para compartir sus innumerables dones con las poblaciones en su diversidad”.

Video (en inglés): “Olav Fykse Tveit, WCC – European Identity and Values: an Exploration”

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