¿Qué es lo que ha contribuido a la idea de una “identidad europea”? Y,
desde una perspectiva amplia del laicismo, ¿cómo pueden contribuir las
iglesias y otras comunidades religiosas? En este contexto, ¿cuál es el
papel de Suiza?
Un grupo de líderes religiosos, responsables políticos y periodistas
se reunieron el pasado 20 de abril en el Centro Ecuménico, en Ginebra,
para debatir estas y otras cuestiones. Los asistentes también
compartieron sus puntos de vista. El evento fue organizado por el
Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y el Movimiento de los Focolares, una
organización internacional que promueve las ideas de unidad y
fraternidad universal.
El Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general del CMI, habló sobre
cómo la peregrinación de justicia y paz del CMI establece un vínculo
entre la labor de las iglesias y las raíces de su fe. “Vemos la
peregrinación como apertura y disposición para avanzar”, afirmó.
El Rev. Tveit había regresado recientemente de un evento para la
movilización de la comunidad ecuménica celebrado en Washington DC en el
que se reunió con un amplio grupo de cristianos de diferentes iglesias
de los Estados Unidos para definir el racismo en nuestros tiempos.
“El racismo está destrozando los Estados Unidos”, declaró,
mencionando una conversación que había tenido con Jim Wallis, fundador
de Sojourners, un grupo cristiano con sede en Washington dedicado a la
justicia social, y autor del libro sobre el racismo ‘America’s original
sin’ (‘El pecado original de EE.UU.’). A continuación, el Rev. Tveit
planteó la cuestión: “Si nos preguntamos lo mismo sobre Europa, ¿cuál es
el pecado original de Europa?”.
Otro de los oradores que intervino en el debate, Pasquale Ferrara, es
un diplomático, además de ser profesor de la Universidad LUISS de Roma y
del Instituto universitario Sofía de Loppiano. Habló sobre aquello que
crea un sentimiento de unidad manteniendo la diversidad: “tenemos que
cultivar una visión responsable de futuro en la que las distintas
identidades se combinen de manera imaginativa y no se supriman, sino que
se desarrollen juntas, se enriquezcan y colaboren para un mundo más
justo y equitativo”.
“La humildad también es un elemento clave para que podamos vivir
todos en comunidad”, añadió Erik Ackermann, un miembro de la comunidad
judía de Ginebra. “Nuestras creencias deberían ser expuestas de manera
lógica, pero con humildad, y es esa humildad la que nos permitirá a
todos vivir juntos. Si los seres humanos estamos hechos a imagen de
Dios, al acercarnos al prójimo, estaremos forzosamente acercándonos a
Dios”.
“Europa no solamente atraviesa una importante crisis económica,
política, social y moral, además de una crisis de seguridad, sino que
también se enfrenta a la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra
Mundial”, declaró Gaelle Courtens, periodista asociada a la Federación
de Iglesias Protestantes en Italia y a la agencia de prensa ‘nev-notizie
evangeliche’. “Se trata de una mezcla explosiva que representa una
seria amenaza para la propia estructura de Europa. El aumento de los
movimientos xenófobos, antisemitas e islamófobos de la extrema derecha
lo demuestran claramente”.
Marguerite Contat, antigua jefa de delegaciones del Comité
Internacional de la Cruz Roja y presidenta adjunta de la Asamblea
Constituyente de Ginebra, presidió la sesión y trató de resumir las
reflexiones del grupo en torno a un replanteamiento de la identidad
europea que fomente la vida, la innovación y la creatividad, y a cuál
sería el papel de la vida religiosa en la misma.
“Hemos hablado de la cuestión de la integración religiosa”, precisó.
“Creo que, más que nunca, la religión o las comunidades religiosas
tienen que desempeñar un papel, y servirse del mismo, no para proclamar
que su fe es superior a las demás, sino para compartir sus innumerables
dones con las poblaciones en su diversidad”.
Video (en inglés): “Olav Fykse Tveit, WCC – European Identity and Values: an Exploration”
Video (en inglés): “Olav Fykse Tveit, WCC – European Identity and Values: an Exploration”
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