sábado, 12 de abril de 2014

Entrevista a la Rev. Obispa Darlene Garner del Consejo Episcopal de ICM

Realizo la liturgia con sus sencillos ornamentos episcopales. Ella es estadounidense y mantiene una relación de once años con una mujer mexicana. Es Obispa de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM), una iglesia cristiana que admite a todo tipo de personas sin distinción.

Estuvo de visita en Chile hace unos años recibiendo a nuevos feligreses de la iglesia local, que aumentan progresivamente.

Lo primero que llamo la atención no es el gran número de personas, que coparon la sala del Centro Ecuménico Diego de Medellín, ni siquiera el ambiente armonioso ni de paz que se respiro en aquella fría tarde de domingo. La que realmente llamo la atención es la cercanía de la Obispa, que repartió sonrisas y lanzo bromas a los feligreses como si estuviera en familia en la intimidad de su hogar.

La reverenda se simtió a sus anchas, haciendo hincapié a cada momento y en un claro castellano, a la inclusividad de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM), una iglesia ecuménica e interconfesional fundada por el Rev. Troy Perry que tras ser expulsado de su iglesia por asumir abiertamente su homosexualidad, fundó ICM aduciendo que se podía ser “homosexual, transexual, bisexual o intersexual y cristiano”.

Darlene, quien se inició en la Iglesia Bautista de donde se retiró al asumir su homosexualidad, dijo que no es una provocación utilizar una estola con los colores del arcoiris, ya que, como explica “mientras exista el arcoiris, siempre habrá esperanza”.

¿La ICM comparte el celibato tan exigido por la Iglesia Católica por ser homosexual?

No. Nuestra creencia es que Dios nos dio el sexo para ser disfrutado dentro de la responsabilidad.

Supongo que eso corre también para los pastores/as y obispos/as…

Si, con todos y todas. La cosa es ser responsable con nuestra sexualidad. El sexo no es un pecado, es una dicha.

Según la Iglesia Católica y otras iglesias, la biblia condena la homosexualidad, ¿qué opina de eso?

Hay muchas maneras de leer y entender la biblia. La forma en que cada una y uno entiende la biblia, es también la forma en que entendemos a Dios. Mi relación con él, es una relación basada en el amor. Su voluntad es que viva mi vida de la forma en que me ha creado, es decir, Dios me creó a mí como lesbiana, por tanto yo acojo el hecho de ser lesbiana.

Pero ¿qué piensa usted cuando lee esos pasajes que la tratan de pecado?

Cuando leo los 7 versículos que se refieren al tema, yo sé que la forma en que las iglesias tradicionales ha interpretado esos versículos, no es consistente con mi idea de un Dios de amor y tampoco es consistente de una buena traducción del hebreo y arameo.

A propósito usted dijo en una entrevista a una web cristiana, que la biblia había sido redactada “intencionalmente” para condenar a las lesbianas y los gays…

En realidad yo creo que se realizo una traducción que intencionadamente lo interpreta como un acto de sexismo que va por debajo de la condena de la homosexualidad. Tradicionalmente, la iglesia condenaba a los hombres afeminados y las mujeres masculinas, eso, es un pensamiento sexista.

Y la ICM piensa lo contrario…

Es parte de la hermosa diversidad que ha creado Dios.

¿Han recibido ataques de instituciónes católicas?

Nosotros somos como una espina en el costado de la Iglesia Católica. Nuestro fundador fue recibido en audiencia por el Papa Juan Pablo II. Hay muchos religiosos alrededor del mundo que apoyan a ICM, quizás institucionalmente no, pero muchas personas a nivel particular. Aunque es un poco peligroso para ellos apoyarnos, porque dicen que pueden perder su "puesto de trabajo".

¿Qué opinión le merece los consecutivos procesos de pedofilia contra curas de la Iglesia Católica?

La pedofilia es un pecado grande, dentro y fuera de la iglesia. El nivel de pedofilia en algunos religiosos es muy alto porque han vivido en una represión sexual. Ellos no saben ni conocen cómo abrazar la sexualidad como un regalo.

¿La ICM podría ser una alternativa para cristianos que se sentían alejados de estas creencias por la discriminación y maltrato de las otras religiones?


Si, lesbianas, gays y heterosexuales, no nos importa, somos una comunidad que acoge a todo el mundo. Esta es una comunidad diversa, sin diferencias de género, es una comunidad abierta.

¿Cuáles son los desafíos de la ICM?

Estamos en 40 países en estos momentos. Tenemos un compromiso muy fuerte con los derechos humanos y la justicia social. Por eso, queremos dar esperanza a la gente que está muriendo por el rechazo de sus iglesias natales. Sobretodo en América Latina donde tenemos un reto muy grande, porque acá hay mucha gente que vive sin esperanza, rechazados por sus familias. Lesbianas, gays, bisexuales, divorciados, madres solteras, hay gente viviendo con VIH sin opciones, sin la posibilidad de experimentar un amor inclusivo. Es muy triste que la iglesia decida rechazar a tantos de sus hijas e hijos, eso es muy triste (medita).

¿Siempre usa la indumentaria de Obispa?

¡Por Dios, nooo! (ríe) Es como mi uniforme de trabajo, sólo eso es.

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